3. El diseño de interacción: disciplinas, modelos, principios y prácticas

3.1. Diseño de interacción: IPO (HCI) y disciplinas afines

Las personas siguen disponiendo de las mismas capacidades intelectuales, perceptivas y físicas que en décadas pasadas, y las utilizan de manera similar para relacionarse con el ambiente cotidiano. Sin embargo, los avances tecnológicos y el ritmo en que se actualizan los contextos habituales demandan que se modifique la manera de aprehender el entorno, y que se preste más atención a la información y al significado que este ofrece. El estudio de la interacción persona-ordenador (IPO), más conocida como human-computer interaction (HCI), puede ayudar a comprender la complejidad del comportamiento de las personas, y conocer sus capacidades y habilidades, y sus necesidades y motivaciones. Los conocimientos de la IPO permiten examinar cómo participa el diseño en la relación interactiva entre las personas y la tecnología, empatizar con más facilidad con los usuarios y usuarias, y ofrecerles los estilos de interacción más útiles (intuitivos y transparentes).


Figura 9. Personas, diseño, tecnología

Recordad que en el primer apartado, cuando se han enumerado los componentes clave de la interacción, se han incorporado las actividades y el contexto para focalizar la atención en cómo se desarrolla realmente la experiencia del proceso interactivo. El conocimiento de cómo se desarrollan las actividades interactivas y el contexto donde se desarrollan proporcionan recursos fundamentales para el diseño de interacción. Recordad, que en el apartado 1.4, se decía que el diseño de interacción como experiencia utiliza el conocimiento que deriva de las formas habituales de obrar para que el proceso de interacción sea más fácil de planificar y formalizar.

El diseño de interacción precisa tener una perspectiva global en la que converjan conocimientos proporcionados por ciencias técnicas y por ciencias sociales. El proceso de definición y delimitación de la disciplina sigue evolucionando y se nutre, principalmente, de áreas de conocimiento comunes como la informática, la ergonomía, la antropología, la comunicación, la lingüística, la psicología, la antropología, las ciencias sociales, etc., que aportan información, recursos y técnicas. También se nutre de disciplinas afines con las que el diseño de interacción comparte su praxis, y los procesos de planificación y formalización, como la arquitectura de la información, el diseño de producto, el diseño gráfico, el diseño de experiencia de usuario o usuaria, el diseño visual, etc. Como bien afirma Hartson (1998), el HCI es multidisciplinar en su origen e interdisciplinar en su práctica. Siguiendo la clasificación de los componentes clave de la interacción, Benyon ofrece un gráfico que relaciona las principales disciplinas que intervienen en el diseño de los sistemas interactivos.


Figura 10. Disciplinas que intervienen en el diseño de sistemas interactivos
Fuente: adaptado de Benyon (2019, pág. 20)